
La vieja cárcel tiene los días contados
Pocas postales tan ingratas para Calama, como las familias haciendo fila durante horas para ingresar al Centro de Detención Preventiva, ubicado en pleno corazón de la ciudad, para visitar a los suyos.
Bueno, esa triste postal de la vieja cárcel de Calama tiene los días contados. Y es que el proyecto para la construcción del nuevo Complejo Penitenciario ya tiene luz verde. Como lo recordó el subsecretario de Justicia, Ricardo Mena, dicho proyecto “ya tiene el RS (recomendación favorable), del Ministerio de Desarrollo Social”.
La nueva cárcel estará ubicada fuera de la ciudad. Distante a 31 kilómetros en dirección al oriente y ocupará un 285 hectáreas.
Tendrá capacidad para 1.000 internos, residencias para los gendarmes y un Centro de Educación y Trabajo (CET). Es decir, “reunirá las condiciones para el cumplimiento de las penas y posterior reinserción de los internos”, detalló el gobernador Eduardo Ochoa.
La incorporación del CET es el valor agregado que tendrá la nueva cárcel de Calama, “para que los internos, una vez egresados, tengan un trabajo y no vayan a la calle de manos cruzadas”, apuntó el director regional de Gendarmería, Pedro Ferrada.
Al respecto, el seremi de OO.PP informó que, de acuerdo al cronograma, la consultoría de diseño está fijada para el 2018, al año siguiente se presentará el proyecto en ejecución, el 2020 se licitará la obra y el mismo año comenzará la construcción del edificio.
En este contexto, la vieja cárcel de avenida Granaderos tiene los días contados y con ello el cuadro de hacinamiento que afecta a 491 internos y 119 gendarmes.
Para el gobernador Eduardo Ochoa, el nuevo complejo penitenciario, sumado a la construcción del nuevo hospital para Calama que funcionará a partir de noviembre próximo, “comprenden una inversión cercana a los $200 mil millones y reafirma el compromiso de nuestro gobierno con Calama”.