
Fiesta electrónica desentonó con la norma
A eso de las 10 de la noche el festín prometía. El lugar era de película. Retirado del mundanal ruido. Parcela 1, calle General Salvo, donde apenas titilan las luces de Calama. Música electrónica con experimentados “DJ” que llegaron desde Iquique con sus modernas consolas y juegos de luces a tono con las aguas de la piscina temperada.
Por aquí, allá, en los rincones de la espaciosa y bonita residencia, entre fogatas para abrigar la noche o en cómodos sillones, saboreando ron y bebidas energéticas, se instalaba el público joven que adquirió entradas para la gran “Oasis Fest”.
Todo iba bien hasta que llegaron los “invitados de piedra” a estropear el fin de semana. Era cosa de ver las caras de los jóvenes, molestos por la presencia en su espacio de carabineros, funcionarios de impuestos internos, salud y del gobierno provincial.
Enojo entendible de no ser porque la reunión incurría en una serie de anomalías que obligaba a las inesperadas visitas tomar las medidas correspondientes respecto a los organizadores del evento.
Partiendo por el hecho que una residencia particular era utilizada como local de uso público; no disponía de boletas para vender sus productos y en términos sanitarios incurría en varias faltas, entre ellas y hecha la medición de cloro, la piscina estaba bajo la norma.
En definitiva y a todas luces se trataba de una fiesta clandestina que significó, entre otras medidas, incautar las bebidas alcohólicas por parte de carabineros y a los servicios, como el caso de salud, prohibir el funcionamiento de eventos similares en dicha residencia.
Prácticamente a la medianoche, la fiesta electrónica había llegado a su término, con jóvenes que se retiraron en busca de otras alternativas y otros bastante molestos que daban sus datos personales para lograr la devolución del dinero pagado por la entrada.
También era evidente el lamento de los “DJ” que hicieron un largo viaje a Calama y que vieron frustradas sus expectativas con la presencia de la autoridad en la fiesta.
“Entendemos su malestar, son jóvenes y buscan espacios para divertirse y es natural que así sea. Lamentablemente los organizadores de la fiesta incurrieron en varias irregularidades que nosotros no podemos pasar por alto. La misma comunidad, los vecinos piden fiscalizar este tipo de eventos y estamos dando respuesta a esas demandas”, dijo Osvaldo Villalobos, gobernador provincial (S).
La autoridad señaló que para evitar estas incomodidades, quienes organicen esta clase de eventos deben informarse previamente. “En la gobernación estamos llanos a orientar a las personas respecto a cómo operan estas solicitudes y las responsabilidades que le competen como organizadores. Así estarán tranquilos el día que realicen sus fiestas y también nosotros y los vecinos porque sabremos que todo se hace conforme a la normativa vigente”, enfatizó.